jueves, 13 de agosto de 2009

La retranca

LONE STAR ¡Adelante! (1.974)
Con más o con menos intensidad, bajo la idea de establecer tú mejor marca, simplemente llegar a meta o mostrar afán de superación, cualquier excusa es la motivación que te lleva a cruzar la línea de meta.

Reconozco que es una argumentación, simple y de andar por casa, pero creo que la inmensa mayoría de los atletas, encuadrados en la subcategoría de “populares” tienen motivaciones simples o peregrinas que les conducen hasta cruzar el arco de meta.

Debido a está simpleza, hoy en día, podemos disfrutar de innumerables “carreras populares”, que transitan por cualquier lugar del territorio peninsular y más.

Quiero hacer tributo a todos aquellos “corredores populares” que han hecho de esta actividad deportiva un modo de ocio, de disfrute y de conocer lugares. También es legítimo reconocer que con su presencia y esfuerzo hacen a otros ganadores e incluso los pueblos y ciudades que organizan estos eventos llegan a exportar una imagen más moderna y emprendedora.

Existen reflexiones técnicas que vaticinan que “la burbuja de carreras populares” algún día estallará. No voy a contradecir tales afirmaciones, basadas en argumentaciones serias y acreditadas debido a el negocio que otros, quizás, sin un sentimiento deportivo pretende explotar esta actividad.

Pero fuera de todo esto, se puede afirmar que existe una base sólida que justifica la existencia de las carreras populares: Son los corredores populares, héroes anónimos que, ante los deseos de retirarse se saben reactivar, fijando la mirada, aminorando el paso, rechinando sus dientes, apretando los puños y centrando sus fuerzas en acabar la carrera. No importa el lugar de llegada o el tiempo invertido, saben que sólo tienen que cruzar la línea de meta.

Hoy existe la “Carrera Popular” porque existe el corredor anónimo, desinteresado, que corre porque sí, que su objetivo no es inamovible, su interés es el disfrute y no le importa que otros comanden la prueba.

Pido admiración y respeto por el “corredor popular”, porque si él no se retira esta competición vivirá.

Quiero hacer un reconocimiento muy especial a el corredor anónimo que nunca ha ganado nada y ni lo ha pretendido, pero su presencia es fundamental: ¡Adelante!.