Si hiciésemos una clasificación de las carreras populares más relevantes para el Club de Atletismo Las Lagunas de Villafranca, el maratón de Madrid ocuparía el segundo lugar, siempre por detrás de la nuestra, claro está. Y para ocupar tan importante posición, además de lo atrayente de la distancia, la ciudad, la calidad y dureza de la prueba, a nosotros nos empuja más la gran familia que cada año nos deja todo preparado para que nos sintamos en casa, Sonia y Jesús. Como siempre GRACIAS.
No cabe duda que fueron los que mejor lo pasaron, ya que formaron una piña de principio a fin. Un grupo animado y divertido.
A continuación se dio la salida a los participantes en las otras dos pruebas. En la media maratón corrieron Eladio, Juanan, David y Abel. En el maratón estuvieron presentes Bienve, Alfonso, Javi, Josué, Albertuki, Esteban, Raúl, Casero, José Domingo y Carlos Peño. Como escuderos, Uti, Julián y de nuevo, Alberto, que ya había participado en el 10K.
Nuestro amigo Fillo tuvo que ceder su dorsal por haber sufrido un pequeño contratiempo hace unos días. Es muy duro entrenar para el maratón, y más a su nivel, para luego no poder correrlo. ¡¡Mucho ánimo compañero!!
Hasta ahora hemos podido conseguir pocas fotografías, la mayoría de las expuestas son de nuestro querido amigo y compañero JuanJe.
Los de la media lograron unas marcas excelentes, incluso Juanan y David se permitieron el lujo de lograr su mejor registro en la distancia, un gran mérito, sin duda, ya que esta prueba tiene más de 200 metros de desnivel positivo y no es nada fácil conseguir correr rápido aquí.
El grupo más numeroso, el del maratón, lo encabezó Javi, que fue el primer lagunero en cruzar la meta, consiguiendo bajar de tres horas y media. Por desgracia, el calor que hizo al final de la carrera, junto al duro trazado de la misma, mermaron las fuerzas de nuestro compañero, que acabó siendo atendido por los servicios sanitarios. Hoy se encuentra mucho mejor, ya recuperado, lo cual nos alegra a todos enormemente.
El resto de participantes fueron llegando poco a poco, sabedores de haber vencido a la distancia y haberse rendido a la ciudad, que como cada edición, agolpa a miles de espectadores animando a los valientes que se atreven a desafiar una prueba que te hace amarla y odiarla al mismo tiempo.
El festín que nos esperaba a todos a la hora de comer, fue la guinda al pastel de un día lleno de fuertes emociones.
Es obligado agradecer también a nuestros acompañantes y animadores su paciencia, sus palmas y su contagiosa alegría. Nos vemos en la próxima.
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